Por la ventana del avión contemplo como dejamos atrás la costa europea e invaden mi mente una vez más metrallas de momentos vividos hace apenas unos días.
Soy muy feliz de ser tan afortunado en tener tantas bendiciones y tener tanto crédito celestial ilimitado.
Este sueño es ya una realidad pues hasta ahora doy crédito a todo lo sucedido y aunque no me lo crean, y solo hasta ahora he podido llorar como chamaco.
He recordado una de las primeras veces que ande en bicicleta montado en una vagabundo de esas de llanta grande atrás y en frente chica, realizando mi primer proeza recorriendo 4 o
¿Ahora que sigue? jejeje, la respuesta .......... Seguir soñando.